Mss. Potato permanecía oculta en el armario de Nikita, en la valda que hace reposar su agitada vida de cambio de t-shirt (que eso de las babas empapa cada hora). Mss. Potato la compré hace 1 año en un mercadillo de Nicaragua, juguete de segunda mano. Antes de Nikita el tubérculo permanecía en la nevera, junto a los yogures. Pero desde que nació mi pequeño duende, acompañó a N de Nikita allá donde hubiera cambio de pañal. Ayer, cual patata llena de opciones, "salió del armario", Nikita la divisó y ya no hubo manera. Un juguete menos para mamá, uno más para ella...
2 comments:
JAJAJAJAJA... las fotos muy buenas y como siempre todo objeto despúes de ser observado por los ojos, pasará por la boca.
Qué suerte para la patata haber caído en tus manos Nikita. Sin duda tú compañia le agradará más que la de un kilo de carne, una cebolla, un tomate y un pimiento haciendo un delicioso guisado!!!
Qué bonica estás en las fotos.
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